sábado, 18 de enero de 2014

Welcome again

Siento como las gotas caen por mis mejillas. Otra vez aquí. Me susurran de los oscuros rincones de mi habitación. Hoy, mas sola que nunca, se acercan. Estoy lista para volver allí con ellos. Nunca me alejaré. Sus tenebrosos brazos me rodean, me quieren. No hay nadie, nadie me salvará. No sé si tiemblo por el frío o por las terroríficas voces que me susurran. Nunca se callan. Ellos saben todo lo malo y me lo hacen saber. Siempre lo sé. Nunca me alejaré.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Una carta anónima de amor

Probablemente no deba estar haciendo esto ahora. Probablemente no te lo merezcas, como dicen. Quizás después me arrepienta y ande, como cada día, llorando en cada rincón. Quizás nada de esto ocurra.
Supongo que lo bonito no hubiera sido escribirte esto, lo bonito habría sido una carta de papel, envuelta en un precioso sobre con corazones dibujados con motivo de San Valentín. Lo bonito hubiera sido llevarte alguna flor o alguna chocolatina. O simplemente pasarme un día entero contigo. Porque creo que nada es mejor que eso.
Siempre creí que tú serias aquella persona especial. De esas personas de las que son para ti y para nadie más, como quién dice tu media naranja, tu otra mitad. Lo curioso fue descubrir que eso no sería así, pero quizás lo más sorprendente sería que yo ya lo sabía. Probablemente fui una cobarde al no enfrentarme al mundo, al no enfrentarme a la realidad. Quizás me di cuenta tarde que esto no podría seguir así.
¿Sabes qué? Te sorprenderás pero yo siempre pretendía ser aquella persona especial para ti. Intentar ser perfecta para que no vieras en otra persona algo que no tuviera yo. Fingía ser madura por miedo a que vieses en mi la cría que siempre fui. Tenia miedo de acercarme a ti por simple molestia o agobio. Aun recuerdo aquel día de verano en el que te pregunté si creías que yo era tu persona especial y dijiste que sí.
Hay gente que dice que esto es innecesario, que tu no mereces la pena. Que lo único que haces es jugar conmigo. Que no debería estar haciendo esto, que me arrastro detrás tuya para estar aunque sea 5 minutos contigo. Una amiga me dijo "una persona que te quiere moverá tierra, mar y cielo por estar contigo. Igual que tu haces por él. Así que, cariño, él ya no te quiere." Y probablemente sea verdad.
Hay días en los que pienso que todo fue una gran mentira. Otros en los que simplemente pienso que no pudo ser. Pero, ¿por qué no? Sigo pensando que es absurdo querer a una persona y no poder demostrárselo. Que si no se lo demuestras es porque no la quieres. Sigo pensando que el tiempo lo único que hace es el olvido. Que nada de esto se repetirá, ni ahora ni nunca más.
Tengo claro que después de esto nada va a cambiar, tu seguirás tu vida y yo la mía. Como si nada hubiera pasado.
Hay días en los que pienso que todo fue casualidad. Que tú y yo nunca hubiéramos coincidido de seguir con nuestras vidas. Que todo fue casualidad. Ahora pasará el tiempo y tú encontrarás a tu persona especial y yo seguiré con mi alocada vida.
Alguien una vez me dijo "cuando escribes desde el corazón las palabras salen solas" y tiene razón. Por eso no sé si leerás esto, ni lo que pensarás al respecto. No se como reaccionarás.  Solo escribo esto porque por mucho que diga tengo un asqueroso corazón que no se acostumbra a tu ausencia...

Es tan corto el amor, y tal largo el olvido...

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pablo Neruda

domingo, 10 de febrero de 2013

La forma de quererme tú

La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.
Pedro Salinas

sábado, 9 de febrero de 2013

No sé lo que es porque nunca lo viví

"No puedo entenderte. Por mucho que lo intente no llega a mi cerebro. No sé como te sientes, no puedo ni imaginarme lo que es sentir eso. Por que yo nunca lo viví. No viví el primer amor. No sé lo que es darlo todo por amor, hasta el ultimo aliento si fuera falta. No sé lo que es escaparte aunque solo sea para verlo 5 minutos. No sé lo que se siente cuando te besa aquella persona especial, un abrazo y una acaricia. Qué es el amar, el sufrir y el llorar por esa persona. La decepción a no pensar como era, el dolor a saber que si fuera al revés no haría lo mismo que tu estas haciendo por él. No es que seas estúpida, es que lo amas. Y es normal.... Mira, solo hay dos tipos de problemas: los que tienen solución y los que no. En ningún caso haz de preocuparte.. :)"

martes, 5 de febrero de 2013

XLIII

Si al mecer las azules campanillas
de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
murmurador,
sabe que oculto entre las verdes hojas
suspiro yo.

Si al resonar confuso a tus espaldas
vago rumor,
crees que por tu nombre te ha llamado
lejana voz,
sabe que entre las sombras que te cercan
te llamo yo.

Si se turba medroso en la alta noche
tu corazón,
al sentir en tus labios un aliento
abrasador,
sabe que, aunque invisible, al lado tuyo
respiro yo.
Gustavo Adolfo Bécquer

lunes, 4 de febrero de 2013

Un recuerdo..

El reloj, sus agujas cada vez van más lentas, más y más...hasta que se detienen. Miro el reloj continuamente para ver si se mueven, pero no lo hacen. Hasta que por fin, el mundo se decide a avanzar pues sino perecerá allí mismo. El complejo mecanismo comienza a moverse, engranaje a engranaje, moviendo así la aguja de los segundos. Ya marca un segundo más y el peso de ese segundo recae sobre mis hombros como años. Fracaso al intentar mantenerme ocupada, para no pensar en los eternos segundos que pasan. Fracaso al intento de mantenerme alejada de aquel pensamiento de que algo me falta y me estoy muriendo. Muriendo por cada suspiro que sale de mis labios. Muriendo por cada eterno segundo que pasa y no te tengo a mi lado....
Y no puedo más. Demasiado peso. Demasiado peso sobre una lágrima que se cae del párpado inferior acariciando a su paso de mi mejilla y cuello. Milímetro a milímetro como un suave beso. Y vuelvo a mirar el reloj y solo un segundo ha pasado desde que mire la ultima vez. Como una pequeña tortura así pasan las horas..
La ultima vez. La ultima vez que volví a ver aquella sonrisa, aquel beso, aquellas caricias. Todo era diferente entonces, jugábamos de niños, creyendo ser mayores.¿Recuerdas? Dime,¿lo recuerdas?¿Me recuerdas?...Eso seré nada más que un simple recuerdo, en la mente de todos. Al final solo eso. Un recuerdo.